Sopa sin gluten

El otro día hacía mención especial recordando a todas esas personas que, por diversas circunstancias, no pueden acceder a los productos sin gluten. Así que, hoy, me he acordado de un truquito de mi madre para hacer sopa sin fideos. Está tan rica que la niña pide sopa de la yaya por que sí, que conste, esta sopa se llama sopa de la yaya.

Si queréis podéis ver, también, esta receta publicada en Chiquirecetas quienes me pidieron una colaboración y les presenté esta misma sopa pero con una introducción mas profunda con la que quise hacer ver, aprovechando que me acercaba a muchos lectores ajenos a nuestro problema, los sentimientos que tenemos toda madre que tenemos un hijo con intolerancias alimentarias.




Lo primero es preparar un buen caldo con ingredientes sabrosos y al gusto del consumidor. Obviamente, también teniendo en cuenta la capacidad digestiva del comensal pues cuando la niña era bebé esta sopa era mucho mas ligera predominando zanahorias y jamón york. En cambio ahora, la cargamos con mas fuerza con verduras como repollo y pimiento y huesos de jamón, morcillo.

Y si hay prisas incluso podéis utilizar un brick de caldo sin gluten que los hay riquísimos.



La carne y el jamón nos gusta hacerlo picadillo y echarlo, a modo picatostes, en la sopa. Pero utilizamos mas opciones como jamón york picadito o zanahoria.




Pero lo que sustituirá a los fideos es un huevo batido.




Ponemos a hervir el caldo colado y dejamos caer el huevo sobre él muy despacio a la vez que se remueve el caldo con un tenedor o varillas. 



¿Veis como no hacen falta fideos para hacer una sopa?



¡Y bien rica que está!



Hoy el tiempo nos pide a gritos algo calentito para el cuerpo así que aquí tenéis una buena propuesta

Espero que os guste,

Lourdes