La Cruzcampo Pilsen de siempre, pero sin gluten


En casa ya somos tres adultos a los que la cerveza, bien fría, nos encanta y, mas o menos, tenemos nuestras preferencias cada uno que, incluso, las discutimos.

Así que cuando recibí la nueva Cruzcampo sin gluten para probarla... no dudé en gritar a los cuatro vientos... ¡Es mía!... ¡Que nadie me la toque!

Por un lado, por mi deseo irrefrenable de probarla y por el otro porque, de momento, no es posible conseguirla en supermercados, solo en hostelería.

Así que pedidla en vuestra zona... en vuestros bares.



¿Os he dicho que grité a los cuatro vientos que no me tocaran mis Cruzcampo? 

Claro que... estando en la nevera bien frías estaban diciéndo ¡pruébame! Y el joven de la casa, que ya no tan joven con sus 22 años, quiso invitar a su tortolita con lo mejor... no es tonto.



¡Eh Pipiolos!.. Al menos decidme cual es vuestro veredicto. ¿Qué os parece? 

Es la Pilsen de Cruzcampo de toda la vida... ¡Hala! En modo expertos que se me ponen. Pero no... de expertos nada. Lo que pasa es que somos de Cáceres y, allí, es la bebida que ponen en todos los bares con lo cual ellos saben perfectamente hacer la comparación... y si lo dicen... es que lo es. De sabor es igualita la Cruzcampo tradicional que la sin gluten.





Mi hijo, sabía de su travesura y antes de que le dijera nada, él mismo me preparó la mía como a mí me gusta... en jarra congelada.



Es una rubia muy ligera, muy espumosa y muy refrescante. Está certificada por la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) que nos da garantía de que es totalmente apta para celiacos.



A mí me encandiló, me supo muy rica y comprobé que marida muy bien en la mesa. Desde luego, voy a mirar si mi barman favorito (que es el que me hace caso siempre) me la trae.

Lourdes


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Sin veracidad no soy capaz de escribir